Jessica Laurent, 21 años, Capital federal, Univ. Lomas de Zamora
New Zealand? Qué se puede decir?…es mucho más que kiwis, Old Black y maoríes, para mi es y fue realmente O-W-A-S-O-M-E. La vista desde cualquier lugar, el puerto, la ciudad de Auckland en general, todo es increíblemente hermoso, ni un papelito en el piso, papel higiénico en todos los baños, hasta en los públicos, sí señores. La buena educación y toda esa adrenalina que conlleva todo lo nuevo, hicieron que sea un viaje realmente inolvidable.
El colegio Dominion fue espectacular, las clases muy entretenidas, los profesores excelentes y sumado a toda la diversidad de culturas, hicieron que deseara ir al colegio con todo el entusiasmo cada día. No sólo reforcé contenidos, sino que aprendí nuevo vocabulario y pude terminar manteniendo una conversación fluída con todo el mundo, hasta en la calle, en la parada de colectivo, con gente nativa, con mi homestay mother y sisters, fue increíble. Amé conocer gente de lugares que nunca creí y tener de compañeros a personas de: Korea, Japón, Suiza, Alemania, Brasil, Italia, Taiwán, Vietnam, hasta de Arabia Saudita, y tener la posibilidad de mantener una conversación con ellos, compartir cosas y en muchos casos hasta de establecer una amistad, todo gracias al inglés. Y las fiestas estudiantiles en Provedor los miércoles, donde tuve la posibilidad de bailar en una ronda totalmente internacional, fue lo mejor, me divertí muchísimo.
Todas las excursiones y mini-viajes: Spukers (fue como ser los protagonistas de una película de terror), Rotorua (la bola inflable con agua, las góndolas, los autitos, la hamaca gigante), Waiheke aisland, Devonport (donde con las chicas nos encontramos un montón de libros en la basura!!!) y el último viaje a Bay of aisland, donde vimos la unión del Océano Pacífico y el mar de Tasmania, impresionante, y lugar en donde tuve la oportunidad de hacer Sky diving, que fue lo más extremo, loco, adrenalínico que hice, no sé si alguna vez me había sentido tan feliz. Todo fue como un sueño, un sueño al que también se sumó el maravilloso grupo con el que tuve la oportunidad de viajar, y con el que pasé las mejores anécdotas, y Claudia, que estuvo siempre atenta a todo, hasta cuando llegué tarde a la casa por no tener cole directo ni celu para avisar y llamaron hasta a la policía, eso sí que se llama preocupación. Me hizo pasar como menor en el ferry y siempre estuvo con la mejor onda y predisposición, muchas gracias por todo, de todo corazón.
Bueno, y creo que no me queda más que recomendar este excelente lugar para viajar, les puedo asegurar que volvés y ya no sos el mismo, ¿Cómo podés ser el mismo sabiendo que existe un lugar así de increíble en el mismo mundo en el que vivimos? Y vale aclarar que las duchas de 5 minutos por día, y la cena a las 6, o 7 de la noche, la extrema organización en todos los sentidos, no son algo a lo que uno no se pueda llegar a acostumbrar. Este fue sin duda el mejor viaje que hice en mi vida…todo sólo es una cuestión de actitud!.
